38- Maldito Respeto.

Al menos me había servido para cambiar mi actitud, ya que me sentía diferente, contenta, eufórica otra vez.

Fui al Hotel en busca de mis amigas para invitarlas a comer e ir de compras, sentía la necesidad de su compañía, en la comida les hable de Enrique y de su "respeto", reímos todas juntas diciendo que ya no quedaban de esos.

Hacia tiempo que no me sentía tan bien, tenia ganas de bajar a la sala y estrenar el vestido rojo que me había comprado, ese día me sentía especialmente guapa, radiante diría yo.

En la recepción un gran ramo de rosas, con una nota.

-Es para ti. Dijo Toñi, la recepcionista con una sonrisa picarona.

Mi cara debió iluminarse, por que noté el calor de mis mejillas.

En la nota: "Por que Abril es el mes de las flores, pero no he encontrado ninguna tan bonita como tu. ¿Puedo volver a verte? Enrique.

-Esta dentro, esperándote en el reservado. Me dijo Toñi.

Me puse nerviosa, muy nerviosa... corrí en su busca, entré en el reservado y sin decirle ni hola me tire sobre el, besándole con la misma pasión de la noche anterior, mi cuerpo ardía de excitación, notaba que el suyo también.

Quería hacerle el amor, quería sentirle dentro de mi, empecé a desnudarle, metí la mano en el pantalón y sentí su dureza húmeda en mi mano.

-Oh si... Hazme el amor... dije yo.

- No, no puedo... aun no... aquí no.... No quiero hacer el amor aquí en el club, como si fueras una puta, no, me gustas mucho, demasiado para hacerlo así....

Nooooooo, otra vez nooooo.

Dios mio!!!! ¿Como podía ser?

Me moría de ganas de hacer el amor con aquel hombre de preciosa sonrisa, seguramente ya le hubiera mandado a la mierda en otras circunstancias, pero no sabia por qué me alagaba aquel "respeto", me daba a entender que era verdad lo que decía, que le gustaba de verdad, que sentía de verdad algo especial por mi... y eso me fascinó aun mas.....

Estuvo invitándome toda la tarde a champany, me invitó a cenar en el club, pasemos toda la noche en el reservado, hablando o simplemente mirándonos, abrazados sin decir nada, me sentía especial, el me hacia sentir especial.

A veces, de repente se desataba la pasión otra vez entre nosotros pero no pasaba de los besos y caricias, cuando estábamos cerca del éxtasis, y ya pensaba que esa vez si llegaríamos al final, paraba, y volvía a decir lo mismo...."respeto".