8- A la mañana siguiente...

Ya en la habitación, y hablando con mi amiga que no le gustaba nada la idea de quedarnos, pero lo haría por que necesitaba el dinero, llame a mi casa, mi marido esperaba ansioso noticias mías...

Evidentemente dije que todo era perfecto, que nos habían recibido super bien, que las chicas eran encantadoras, y el sitio inmejorable, antes de que siguiera hablando me dijo que volviera.

Me conoce mejor que nadie, y vio enseguida que algo no iba bien...

Se lo conté todo, las normas, el recibimiento, mis dudas y mis miedos...

El quería que volviera, pero me animó a quedarme y probar, para así superar esa inseguridad que desde hacia un tiempo se había apoderado de mi, siempre y cuando no hiciera nada en contra de mi voluntad, que disfrutara de la situación y sacara el mayor partido, que yo era muy valida para eso y que confiaba en mi plenamente.

Sus palabras como siempre me dieron fuerzas, me quedaría aunque solo fuera para demostrarme a mi misma que no estaba acabada.

No pude dormir en toda la noche, era la primera vez en mucho tiempo que dormía fuera de casa sola, si estaba con Julia, pero no es lo mismo, además estaba de una negatividad insoportable y lo que menos necesitaba yo en ese momento era que me contagiara su mal rollo.

Se hizo de día y yo seguía sin poder dormir... me levante, me vestí y me fui al playa, el taxista había dicho que no estaba lejos... Si no podía dormir al menos me tostaría al sol.

No se cuanto tiempo estuve allí tumbada, seguramente me quede dormida, llevaba allí toda la mañana y ya era medio día.

Me levante medio aturdida y volví al hotel, mi amiga tenia la maleta hecha, se quedaría solo esa noche, por que no tenia dinero para el billete, al día siguiente se marcharia... No se por que, pero respire tranquila, lejos de agobiarme la situación, la idea de quedarme sola me pareció fantástica.

Aún quedaba toda la tarde libre, era sábado y las chicas entraban mas tarde, muchas estaban en la piscina, era un buen momento para conocerlas y relacionarme con ellas.

Allí es donde conocí a Lorena, había llegado el día antes y como nosotras estaba un poco deshubicada, era una guapisima Colombiana con mucha clase, a diferencia de nosotras ella si había trabajado antes en un club de Madrid.

Mi estrategia: si quería seguir allí, tenia que aprender... así que me aliaría con ella, para absorber lo máximo posible.

A partir de ese momento nos hicimos inseparables....